miércoles, 2 de mayo de 2018

Repasando la Historia de la Educación Argentina....




Contextualización histórica- Línea de Tiempo
 Entrevista Humberto Fernández
  La entrevista plantea “recordar” eventos históricos pasados en la década del 70, donde se relatan experiencias en roles sociales,  rol del alumno y del docente (del entrevistado), como así también sucesos políticos de ese período.


   La entrevista a aquellos actores que habitaron los años 70, invita a recordar y divulgar (en las nuevas generaciones) la historia de ciertos acontecimientos. Preguntarse “Historia ¿para qué?  Supone pensar en si los sucesos del pasado, al conocerlos pueden evitar repetirse en el presente. El estudio de la Historia, su enseñanza, investigación y divulgación promueve en la sociedad un pensamiento crítico para repensar la realidad, o al menos una aproximación de ello. Plantear análisis históricos en el proceso de enseñanza/aprendizaje (de acuerdo a diferentes niveles), supone la construcción de respuestas  circunstanciales a las preguntas que nos hacemos, donde los contenidos curriculares buscan contextualizarse con eventos cotidianos del presente.[1]
  ”Una de las funciones más importantes del historiador es la de recordador"
   Cattaruzza, A. (2010)
  Conocer el pasado Histórico resulta una grafía de memoria, que tendría como intención evitar la reproducción del mismo; sin embargo a pesar de haber vivenciado situaciones traumáticas, las historias vuelven a repetirse; tal vez en otras circunstancias no lícitas de ser prevenidas. El consumo de productos históricos (como videos, entrevistas, documentales, etc.) en ocasiones moviliza situaciones vividas en la propia existencia, ya que se vinculan con  vivencias y orígenes, y  el recuerdo de pertenencia a determinados grupos sociales. ¿Será entonces que se despierta el interés en el consumo de temas que abarquen determinados períodos históricos?, cuya conciencia y sensibilidades despertadas propician otras formas de enfrentar el presente. Si hubiera logros no alcanzados en el pasado, nada imposibilita el desafío de trabajar para que los mismos se conviertan en realidad, “posibles”.[1]

  “Enseñanza pobre, escaso valor si se quiere tiene la historia, pero tiene la virtud potente de mostrarnos que ni los imperios más poderosos han sido eternos.”  (Rosa Belvedresi_2010)
Leyes: Ley del Punto Final (1987)- Obediencia de Vida (1987).Luego en la llegada de C. Menen a la Presidencia se decreta la ley de Indulto (1989).
   Del análisis a las entrevistas propuestas subyace una marcada  diferencia en la acción política de la última dictadura militar que atravesó nuestro país, a diferencia de otras, en el área educativa. Disciplinamiento como estrategia de control para llevar a cabo el proceso de terrorismo de Estado, se hace claramente visible en la entrevista realizada a Graciela Cwaigenberg.
En la búsqueda de la asunción consciente del ser argentino, el paso preliminar que efectuaron los ideólogos del Proceso, fue “depurar”, “limpiar”, el sistema educativo de todos los elementos humanos y materiales que impidiesen la concreción del modelo de personalización- disciplinamiento/moralización lanzado” (Kaufmann, C. y Doval, D.1997)[3]
  Cambio/modificación en los nombres y planes de estudio de materias cursadas durante su educación secundaria  entre los años 1973 y 1978 (Jesús). La restricción a la cultura y a la participación democrática de los estudiantes y docentes consolidó enfrentamientos  desde el año 1974, en donde el nuevo régimen dictatorial procuró acallar los reclamos populares a través de una política represiva sin límites ni controles, en donde los secuestros, las torturas, las muertes y desapariciones forzadas fueron una constante en el ámbito educativo.[4] Los enfrentamientos, luchas entre estudiantes y la policía, generó un clima de mucha  tensión durante la segunda mitad de la década del 60´, hecho que deriva en el derrocamiento de Onganía a fines del 1971, cuyo precedente fue el acontecimiento conocido como el Cordobazo, protagonizado por estudiantes y obreros, como forma de protesta a la situación de crisis y violencia ejercida por las fuerzas armadas. De esta manera la dictadura se debilita y abandona el poder en 1973 dando paso a un periodo democrático temporal caracterizado por una agitación de participación política de la juventud en particular y una transformación de la estructura social.
  Debilitada la dictadura se llevan a cabo profundos cambios sociales y políticos, comienza un clima de transformación revolucionaria de la mano de Héctor Cámpora, fiel colaborador de Perón, quien gana la presidencia en el 73’, en este escenario democrático se produce una revisión de la estructura curricular de las universidades, donde se llevaron a cabo políticas como  la anulación de  los planes de estudio, las formas de evaluación vigentes hasta ese momento y se establecieron exámenes grupales, los planes de estudios y los programas de las materias se adaptaron al nuevo clima revolucionario que se vivía en las instituciones académicas. Se implementaron materias como estudios de la realidad social argentina e institutos de investigación para el estudio de problemáticas sociales. Además de políticas  como la supresión de los exámenes de ingresos, que limitaban el acceso a las universidades de un elevado número de estudiantes que soñaban con ingresar a una carrera universitaria.
 “El gran cambio lo viví con la apertura del Bachillerato, me sorprendió gratamente los docentes que participaban en la formación pedagógica. Había una apertura al pensamiento, tratábamos temas con mucha libertad, diferente al Bachillerato común tradicional” (H. Fernández)
  Durante el gobierno de Cámpora fueron expulsados los docentes identificados claramente con el régimen represor de Onganía. A partir del año 73´ se ha vivenciado un clima de apertura  social, política, gran participación y efervescencia de una juventud comprometida con la transformación de la realidad.
  En el período que abarca parte de los años 60 y 70 la imagen de intelectuales comprometidos resguardó un carácter definido en actividades políticas, con la intencionalidad de lograr una transformación social; en estos escenarios (de artistas y escritores-intelectuales) se forjaba la idea de una evolución estética  que asegurara un sistema, que involucrara el resultado de formar un ideal crítico entre el intelectual y el campo del saber. Tanto escritores como artistas  se concebían como protagonistas del futuro; plasmando la violencia en sus obras como “La prueba de algo trascendente, radicalmente distinto, que estaba por suceder”.
“En Argentina, estas décadas constituyeron una etapa histórica de profundas transformaciones en la cual los cambios y las intenciones de provocarlos involucran no sólo al espacio social y político, sino también al de la vida privada.” Isabella Cosse 2009
  C. Gilman se interroga sobre el arbitraje de eliminar otras posibles crónicas, ante la autoridad propia de “lo político” como única supremacía de poder, arrastrando un detrimento en la identidad intelectual y la sumisión del campo cultural a la esfera política. Dando como respuesta: los intelectuales aseveran que la pluma se convierte en fusil, perdiendo el compromiso crítico con la obra y la eventual posibilidad de ser la misma, culturalmente abierta.   Ante esta situación se presenta un dilema de compromiso entre el binomio autor/obra, la politización del intelectual ha marcado la desvalorización de la palabra, de la imagen, en relación al vigor de un sujeto en acción.[5]
  Sin embargo este clima de efervescencia comienza a debilitarse por los espacios de tensión que surgen entre los diferentes grupos militantes, lo que desencadena  la separación entre dos franjas con grandes adhesiones de simpatizantes. A partir del año 74 el país comienza a vivenciar nuevamente un gran hermetismo, las autoridades designadas durante el gobierno de Cámpora fueron destituidas, las universidades intervenidas por las fuerzas armadas, junto a otras políticas como la desintegración de los centros de estudiantes. Con el objetivo de poder asumir el control total de las universidades.
  El giro conservador y autoritario del gobierno impuso renovaciones en los rectorados universitarios, siendo que algunos de estos cambios ya se habían producido previamente; aquellos rectores que fueron identificados y relacionados con fracciones revolucionarias del Peronismo fueron reemplazados, por no contar con el apoyo político. Ante el avance de la Triple A y otras organizaciones parapoliciales, muchos de ellos ante amenazas se exiliaron, otros pasaron a la clandestinidad, algunos abandonaron la militancia y la participación en política. Se produce entonces un vaciamiento de la Universidad y una escalada en ola de violencia en Instituciones. La Universidad fue uno de los escenarios tal vez más visibles de la violencia política, se clausuraron los centros de estudiantes, el cierre de locales y la destrucción de instalaciones. A partir de su reapertura, estas contaban con un extremo aparato represivo de parte del Estado, contando entre sus actores (ej. celadores), miembros del cuerpo policial o de las fuerzas armadas; cuya tarea era la de vigilar y prohibir toda actividad  política de parte del estudiantado.[6]
 Meses más tarde las universidades re abren sus puertas, pero esta vez celosamente custodiadas por las fuerzas armadas, en varios intersticios de sus instalaciones adoptando como un lugar privilegiado  las aulas.  Las fuerzas militares han llevado adelante una nueva reestructuración de las universidades a poco de asumir dictaron una nueva Ley, que disponía que las universidades quedaran bajo el control del Poder Ejecutivo Nacional, como primera medida se llevó a cabo la suspensión de actividades gremiales y políticas dentro de las universidades, a quienes acusaban de llevar adelante el adoctrinamiento subversivo. Otra de las medidas adoptadas  ha sido a la expulsión de docentes y estudiantes universitarios, así como la reducción de matrícula a través de la implementación de aranceles y exámenes de ingreso. Además existía dentro de las universidades un fuerte control de la bibliografía utilizada y reestructuración de los programas de estudios. Cuyo objetivo fue eliminar la ideología política de estos instrumentos. El Proyecto de reestructuración universitaria establece diferentes aspectos. En primer lugar un estricto control político e ideológico, pero además un plan para reducir las dimensiones del sistema,  la modificación de los planes de estudios de un gran número de carreras que afectó especialmente a disciplinas que los militares identificaban como lugares de "penetración ideológica subversiva". En particular involucró a carreras del ámbito de las ciencias sociales y otras que fueron suprimidas. La represión en las casas de estudio ha tenido su inicio en el 74´ cuya expresión más cruel y dura se ha acentuado en el año 76´ cuando un nuevo régimen militar se ha apoderado de poder político del país, cuyo uno de los principales objetivos fue acallar los reclamos y silenciar la voz del pueblo, particularmente la juventud estudiantil, fuertemente politizada y comprometida. El plan de transformación del modelo económico, cultural y social impuesto en la época de la dictadura de 1976 requirió de un proyecto de destrucción de las libertades individuales, tal como sostiene Humberto Fernández: “La dictadura lo que trajo fue la paz a los cementerios”.
  Se llevaron  a cabo políticas de despolitización, e instalación de temor y disciplinamiento dentro de la sociedad en general y en las universidades en particular, pero la sumisión del pueblo nunca fue completa, existieron ribetes de resistencias,  muchas veces de manera clandestina, pero la actividad política y militancia de la juventud no han podido callar o desaparecer a pesar de la fuerte represión que llevaron a cabo. Con la llegada del peronismo al poder,  la mujer ha ido conquistando cada vez mayor espacio dentro de la sociedad y de la vida pública, obteniendo por primera vez derechos antes negados. Las mujeres han sido receptoras de profundos cambios y transformaciones a partir de las primeras décadas del siglo XX  y han ido conquistando lentamente cada vez mayores espacios públicos. La participación femenina en la vida académica universitaria fue creciendo cada vez más a partir de la década del 40´, a pesar de existir  una mayor apertura a la escolarización, las orientaciones adoptadas según el sexo, estuvieron vinculadas con la concepción binaria previa a esa apertura. Sin embargo, si bien han ido conquistando espacios, estos espacios siguen conservando un sesgo fuertemente feminizado del perfil profesional y vinculado a rangos de menor prestigio social. Se observa de este modo una disparidad de género, reservando las mayores ventajas a los varones. Evidenciándose en el ámbito profesional académico las mayores disparidades. Puede observarse que entre los años 40´y 65´, los registros sobre participación femenina en las universidades observa mayor diversidad en los datos según el sexo para ocupar cargos de mayor jerarquía dentro de las universidades.[7]
Culturas juveniles-género y sexualidad
    La juventud de finales de la década del 60 y los años 70 configuraban ámbitos de sociabilidad con reuniones entre pares en: confiterías, bares, y en reuniones en casa de familia que las denominaban “asaltos”. En estas las diferencias de género eran marcadas, ya que los varones llevaban a los encuentros la bebida y las chicas debían llevar la comida. En estos escenarios la presencia del Rock nacional e internacional se hacía presente, las reuniones en espacios privados resultaba una práctica frecuente en los sectores medios, siendo la noche el lugar del ocio y del encuentro juvenil.[8] Otros lugares de esparcimiento juvenil eran los clubes sociales para la realización de deportes y encuentros, las bibliotecas populares; siendo ambos espacios accesibles sea por gratuidad o por aranceles muy bajos, el escenario de muchos jóvenes. Diferentes facciones militantes políticas convivían en estos espacios, como la Federación Juvenil Comunista (FJC), que era la más numerosa; encontrando el espacio apropiado para considerar el destierro de la cultura “decadente del Rock and Roll”.[9]  Productos culturales como temas musicales,  que orientaban a prevalecer el modelo patriarcal en roles de género (madres ama de casa, padre encargado de tomar decisiones “justas” y apropiadas, una valoración al amor (excluyente de la sexualidad)….eran características de una aparente “revolución juvenil”; novias, esposas y madres dedicadas, cuidado de la moralidad y un mensaje a la diversión de manera ordenada.[10]
  Durante la última dictadura militar ocurrida en la década del ´70 el Estado impartió una política represiva a todos los sectores de la sociedad. El ámbito educativo, como punto central de este análisis, se ha visto afectado de manera directa  por el accionar de las Fuerzas Armadas.
  Los términos “orden” “disciplinamiento” “control” “autoritarismo” “restricción” y “destrucción” han sido símbolos de este período que es recordado con tristeza por muchos testimonios, que forman parte de nuestra “historia viva” tal como  lo argumenta H. Invernizzi y J. Gociol en “Un golpe a los libros”.
  La educación siempre toma posición respecto de un accionar político dominante. Durante el terrorismo de Estado, el seno de la comunidad educativa se vio modificado por el verticalismo autoritario instalado.
  La educación no es imparcial,  la eliminación de algunas asignaturas en los diferentes niveles educativos, la modificación de otras y la restricción al acceso a diferentes materiales, obras y autores, marcaron esta etapa oscura de nuestra historia. “La libertad es una conquista y no una donación, exige una búsqueda permanente. Búsqueda que sólo existe en el acto responsable de quien la lleva a cabo. Nadie tiene libertad para ser libre, sino que al no ser libre lucha por conseguir su libertad” (P. Freire, 1985)
  Es aquí donde la mirada crítica y la participación de la sociedad en su conjunto cobran relevancia para las modificaciones que se consideran necesarias en la sociedad en general y en la educación.   Siendo ésta última la que al fin y al cabo transforme la realidad circundante, liberándonos.
  La “acción transformadora” a la que se refiere Paulo Freire[1]  nos refleja la idea de la búsqueda de una situación superadora, del ser más. En relación a esta búsqueda de una situación superadora, la valoración de los relatos y la legitimidad de las fuentes orales a través de testimonios como los escuchados en las entrevistas explicitando vivencias en la década del ´70,  brindarán  el sentido necesario para la construcción de una memoria colectiva.[2]

  La Historia nos habilita a pensar sobre que acontecimientos no estimamos sean viables de "reproducir". Cada período histórico nos "recuerda" instancias vividas, sentidas, sufridas y placenteras....cada uno desde su propia subjetividad formará un propio juicio crítico.

Este es un trabajo realizado para la Cátedra: Perspectivas actuales en Historia de la Educación
Maestría en Educación-UNQ-2018

Lic. Isabel Martina Maciel -

Lic. Sánchez Ana María -

Lic. Carla Alfonsina Paparelli




[1] Freire, Paulo (1985), “Cap. I y II”, en Pedagogía del oprimido, editorial Siglo XXI, Bs. As.


[2] Invernizzi, H; Gociol, J (2007), “Selección”, en Un Golpe a los libros. Represión a la cultura durante la última dictadura militar.


[1] Rosa Belvedresi En: Cattaruzza, A. (2010), “Intervención en el panel inaugural del ciclo: Historia,

¿Para qué?”, Revisitas a una vieja pregunta. Pág.34


[2] Franco, M. (2005) Reflexiones sobre la Historiografía Argentina y la Historia Reciente de los años ’70, en Nuevo Topo Revista de historia y pensamiento crítico N° 1 Pág. 141/143


[3] Kaufmann, C. y Doval, D. (1997), “Capítulo 2: Libros aprobados – Libros prohibidos – Libros recomendados, Argentina 1976-1982”, en Una pedagogía de la renuncia. El Perennialismo en la Argentina 1976-1983.


[4] Buchbiner, P. (2005), “La Universidad entre la politización, la masificación y las dictaduras, en Historia de la Universidades Argentinas.


[5] Gilman, C. (2003) Entre la pluma y el fusil. Debates y dilemas del escritor revolucionario en América Latina, Buenos Aires: Siglo XXI.


[6] BUCHBINDER, P. (2005) “La Renovación Universitaria 1955-1966”, en: Historia de las Universidades Argentinas. Buenos Aires, Sudamericana


[7] Lorenzo, MF (2016) "Han recorrido un largo camino muchachas, la participación femenina en la universidad de buenos aires entre 1940 y 1965" en: Que sepa coser, que sepa bordar, que sepa abrir la puerta para ir a la universidad, Buenos Aires, Eudeba.


[8] Manzano, V. (2010), "Ha llegado la nueva ola: música consumo y juventud en la argentina 1956-1966", en Los 60 de otra manera. Vida cotidiana, género y sexualidades en la Argentina. Pág. 31


[9] [2] Ídem Pág. 33


[10] Manzano, V. (2010), "Ha llegado la nueva ola: música consumo y juventud en la argentina 1956-1966", en Los 60 de otra manera. Vida cotidiana, género y sexualidades en la Argentina. Pág. 44



[1] Cattaruzza, A. (2010), “Intervención en el panel inaugural del ciclo: Historia, ¿Para qué?”, en Historia, ¿para qué? Revisitas a una vieja pregunta. Pág.31/32

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Bibliografía recomendada

  • !Ay, mis ancestros!-Anne A. Schützenberger-Edit.Taurus-Edic.2008
  • "Cómo se forman los capacitadores"-Arte y saberes de su profesión- Susana Huberman-Edit. Paidós-Edic.2005
  • "Educación y sociedad en la Argentina" (1880-1945)-J. C. Tedesco-Edit. Siglo Veintiuno-Edic.2003
  • "Emociones destructivas"-Como conprenderlas y dominarlas-D. Goleman-Edit.Vergara-Edic.2003
  • "Entrañas éticas de la Profesión Docente" Carlos Cullen-Ediciones Crujía-2009
  • "Filosofía con niños"-Aportes para el trabajo en el aula- Vera Wakman/Walter Kohan- Ediciones Novedades Educativas-Edic.2005
  • "Las configuraciones didácticas"- Edith Litwin- Edit. Paidós-Edic.2008
  • "Malestar en los vínculos"-Psicoanálisis de las configuraciones vinculares- Rev. De la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo-Edic. Marzo 1998
  • "Talentos, dones e inteligencias"-El fracaso escolar no es un destino- Edit. Colihue- Edic.2008
  • "Tecnología educativa"-Política, historias, propuestas- Edith Litwin (comp)/otros. Edit. Paidós Edic.2000
  • "Teoría y práctica en filosofía con niños y jóvenes"- Experimentar el pensar, pensar la experiencia-Edic.Novedades Eductivas-Walter O. Kohan (comp)
  • "Tribus Urbanas"-Cazadores de Identidad- Constanza Caffarelli-Edit. Lumen. Edic.2008
  • Aprender juntos y solos-D.W. Johnson/R.J. Jonhnson-Edit. Aique-Edic.1999
  • Arte, mente y cerebro- Una aproximación cognitiva a la creatividad- Edit. Paidós-Edic.1997
  • Educar la Mirada-Inés Dussell/D. Guttierrez-Edit.Manantial-Edic.2006
  • La escuela que queremos- M. Fullan y A. Hargreaves-Edit.Amorrortu-Edic.2006
  • La evaluación en el debate didáctico contemporáneo-Edit.Paidós-A.Camilloni y otros-Edic.2005
  • La Inteligencia Emocional-D. Goleman-Edit. Vergara- Edic.2000
  • La personalidad creadora-A. Maslow-Edit. Troquel-Edic.1991
  • Proyecto Educativo Institucional-Acuerdos para hacer escuela-Edit. Magisterio del Río de la Plata-Edic.1999
  • Sobre lo Espiritual en el Arte-V. Kandinsky-Edit. Need-Edic.1999
  • Una Subjetividad que se inventa-Marcelo Percia-Lugar Editorial-Edic. 2002

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